lunes, 16 de junio de 2008

Cómo saludar en los velorios

IGNACIO GONZÁLEZ tiene un gusto atávico por las enumeraciones. Es un hombre con buena intención: trata de aclararnos las cosas. Además, derrocha sentido del humor.
A ver si alguien aprende...


CÓMO SALUDAR EN LOS VELORIOS
Uno de los grandes conflictos de la humanidad –que ni la tecnología del Iphone ha logrado resolver- es que no está claro cómo saludar en los velorios. La situación es dramática y, según informan los estadistas, no va a resolverse en el corto plazo. Ni saludante ni saludado saben bien qué hacer en los velorios, ya que ambos se enfrentan a una situación incómoda, pegajosa, en la que la mayoría de las veces la carga emotiva es desproporcionada. Están quienes saludan de manera fría, con la practicidad con la que se saluda a un compañero de trabajo. Están quienes saludan como si fuera el fin del mundo, demostrando congoja y hundimiento, justo cuando el saludado logró sobrepasar el dolor que supone la muerte de un familiar. O están quienes no saludan, y se mantienen a un costado; seamos sinceros: ellos no son necesariamente los de peor calaña.
Me considero una persona con experiencia en velorios y todavía no doy con la tecla: ¿cómo saludar en los velorios? Si sirve de consuelo, mi abuelo, que era dueño de una funeraria, nunca pudo resolver este enigma.
Uno podría pensar que dentro de estos diez patéticos saludos -¿saludos?- estaría el comentario más apropiado:
1) "Lo siento";
2) "Mi pésame"
3) "Mi más sentido pésame";
4) "Vamo arriba";
5) "Estas cosas pasan";
6) "Me avisaron recién, ¿qué pasó?" ;
7) luego de un abrazo en silencio: "Ahora a pensar para delante, ¿eh?" ;
8) luego de un abrazo en silencio: "No estás solo, no te olvides que no estás solo";
9) luego de un abrazo en silencio, mira al saludado, vuelve a abrazarlo, y dice con una mueca: "Mejor que terminaran así las cosas";
10) "Qué injusticia".
Pero lo cierto es que ninguno calma la tensión de saludantes ni de saludados.
Entonces, caros lectores, no se aflijan si no encuentran vocablo adecuado en los velorios, y limítense a servir de compañía. Citando nuevamente a mi abuelo -que disfrutaba con el anuncio de la muerte a los familiares del difunto, el mismo día del velorio: “Señores, a las órdenes por cualquier otra cosa que precisen…”-, en la muerte y en los velorios hay un arte por descubrir.

7 comentarios:

Minerva dijo...

Un abuelo muy sabio. Mi abuela materna fue profesora de geografía y aún recuerda con detalle las excusas de sus alumnos cuando no entregaban los trabajos. A ver que sabes tú, eresfea. Yo me considero una experta para justificar el "feliz cumpleaños atrasado".

Anónimo dijo...

Pocos escriben a este nivel. Que el resto de la lista aprenda. Gracias Nacho.

Al Nonino dijo...

Después arreglamos los honorarios, Eimb.

Bloody dijo...

Impresionante. Yo prefiero los saludos fríos. Como saludante y saludada.

Hugo Hernández Martínez dijo...

Soy un tipo que suele inventar respuestas paratorcer las cosas a mi favor, en estecaso sigo sin encontrar las palabras. En la mayoría de los casos yo sería de los que, callados, calentamos el rincón, ¿no soy de a peor calaña no?

Lebowski dijo...

Puede ser un velorio en un tren...

eresfea dijo...

No provoque, Walrus, no provoque...